Juegos para estimular la psicomotricidad de 0 a 7 años
- Enzo Cano
- 19 sept
- 2 Min. de lectura
La psicomotricidad es la conexión entre el movimiento y el desarrollo de las habilidades cognitivas y emocionales. En la infancia, moverse no es solo un ejercicio físico: es una manera de descubrir el mundo, explorar límites y aprender a relacionarse con los demás.
Entre los 0 y 7 años, los juegos que implican movimiento libre, coordinación y equilibrio son esenciales para fortalecer músculos, mejorar la postura, estimular la concentración y, sobre todo, para que el niño disfrute de su propio cuerpo.
1. De 0 a 1 año: Explorando el cuerpo y el entorno
Juego de estiramiento suave: mover las extremidades, de forma coordinada, pero a un ritmo suave favorece la movilidad y conciencia corporal.
Alfombra de texturas: coloca mantas, telas y alfombras con diferentes superficies para que gatee o se arrastre. Estimula el tacto y el desplazamiento.

2. De 1 a 3 años: Coordinación y equilibrio inicial
Caminos con cojines: usa cojines o almohadas para que los atraviese gateando o caminando. Mejora el equilibrio y la fuerza
Pelotas de diferentes tamaños: rodar, lanzar y atrapar pelotas blandas favorece la coordinación ojo-mano y el control muscular
Bailes libres con música: invítalo a moverse siguiendo ritmos lentos y rápidos. Desarrolla ritmo, equilibrio y expresión corporal.
3. De 1 a 3 años: Coordinación y equilibrio inicial
Circuitos caseros: crea recorridos con sillas, cintas en el suelo y túneles hechos con diferentes materiales, estimula la agilidad y planificación de movimientos.
Saltos en un pie: marcar con cinta de colores zonas para saltar con un pie o con ambos. Mejora la fuerza de piernas y el equilibrio.
Carreras de cucharas: transportar una pelota pequeña o huevo duro en una cuchara mientras camina. Desarrolla coordinación y control.

4. De 5 a 7 años: Movimientos más complejos y juegos grupales
Juegos con cuerdas: saltar la cuerda solo o en grupo mejora la resistencia y coordinación.
Mini deportes adaptados: lanzar a un aro, fútbol con pelotas blandas o carreras de relevos. Fomenta habilidades motoras y trabajo en equipo.
Estatuas musicales: bailar y quedarse quieto cuando la música se detiene. Desarrolla control corporal y autocontrol.

La psicomotricidad se desarrolla mejor a través del juego libre, variado y divertido. No se trata de “entrenar” al niño, sino de ofrecerle experiencias que despierten su curiosidad y lo inviten a moverse, disfrutando del momento.





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